
Senderismo de otoño, la otra cara de la sierra de Tramontana
Cuando llega el otoño, la Sierra de Tramontana, la imponente cordillera que recorre el noroeste de Mallorca, se transforma en un destino ideal para los amantes del senderismo. Lejos de las multitudes estivales, esta temporada ofrece la oportunidad de explorar una de las joyas naturales de la isla de una forma más tranquila y auténtica.
La Sierra de Tramuntana es un macizo montañoso que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011, reconociendo su excepcional belleza y valor ecológico. Durante el otoño, estos parajes deslumbran con una paleta de colores que va desde el ocre hasta el rojo, creando un espectáculo visual único.
Uno de los grandes atractivos de hacer senderismo en otoño es la posibilidad de disfrutar de las vistas sin el agobiante calor del verano. Las temperaturas más suaves, que rondan entre los 15-20°C durante el día, hacen que las caminatas sean mucho más placenteras. Además, la disminución de turistas permite una experiencia más íntima y relajada de la naturaleza.
La sierra de Tramontana y sus principales rutas de senderismo
Existen numerosas rutas de senderismo en la Sierra de Tramuntana que permiten explorar sus diversos paisajes. Una de las más populares es la Ruta de Deià a Sóller, un recorrido de unos 12 kilómetros que discurre por antiguos caminos de montaña, pasando por pueblos tradicionales y ofreciendo espectaculares vistas del mar Mediterráneo.
Otra opción fascinante es la ruta del GR 221, también conocida como "Ruta de Pedra en Sec" (Ruta de la Piedra Seca). Este sendero de gran recorrido de aproximadamente 170 kilómetros atraviesa toda la Sierra de Tramuntana, permitiendo a los senderistas adentrarse en los rincones más escondidos y disfrutar de la diversidad de paisajes que ofrece esta cordillera.
Además de las vistas panorámicas, el senderismo en otoño por la Sierra de Tramuntana brinda la oportunidad de descubrir la riqueza natural y cultural de la isla. A lo largo de los senderos, podrás encontrar olivares centenarios, molinos de agua en desuso, pequeñas ermitas y otros vestigios del pasado que te transportarán a épocas remotas.
La flora también se transforma durante el otoño, con una explosión de colores en la vegetación. Especies endémicas como el brezo mallorquín, el tomillo o la lavanda silvestre cubren los senderos, llenando el aire de aromas únicos. Además, es posible avistar fauna autóctona como el águila calzada, el halcón de Eleonor o el murciélago orejudo dorado.
Para complementar la experiencia, los pueblos de la sierra como Deià, Valldemossa o Sóller ofrecen la oportunidad de saborear la gastronomía local y descubrir el encanto de la arquitectura tradicional mallorquina. Después de una jornada de senderismo, nada mejor que degustar platos típicos como el tumbet, la sopa mallorquina o los embutidos artesanales, acompañados de un buen vino de la denominación de origen Binissalem.
El senderismo por la Sierra de Tramuntana en otoño permite descubrir una cara diferente y más auténtica de Mallorca. Lejos de las multitudes, podrás disfrutar de una naturaleza en todo su esplendor, explorar paisajes únicos, conectar con la cultura local y saborear una gastronomía excepcional. Sin duda, una experiencia que permanecerá en tu memoria como uno de los grandes tesoros de esta isla mediterránea.