
La lonja del puerto de Andratx: del muelle a la mesa
Cuando las primeras luces del día iluminan la bahía, las barcas regresan al puerto de Andratx cargadas con el fruto de la faena nocturna. Es un ritual que se repite desde hace siglos y que mantiene viva la esencia marinera del suroeste de Mallorca. El mercado del puerto de Andratx, conocido popularmente como la lonja, es uno de los lugares más auténticos para descubrir la relación entre el mar y la gastronomía de la isla.
La lonja de Andratx, un espacio con historia
El puerto de Andratx es uno de los más importantes de Mallorca en actividad pesquera. Cada mañana, los pescadores descargan sus capturas frescas para subastarlas en la lonja, situada en el mismo muelle. Esta tradición, que se mantiene gracias a la Confraria de Pescadors d'Andratx, permite que restaurantes y mercados de la zona trabajen con producto fresco y de temporada.
El visitante curioso puede acercarse al puerto a primera hora para contemplar la llegada de las embarcaciones y el ajetreo de la descarga, una escena que conecta con la Mallorca más auténtica.
Pescados y mariscos de temporada
Octubre es un mes especialmente interesante para la pesca en Mallorca. Entre las especies más valoradas en esta época se encuentran:
- Raor (Xyrichthys novacula): muy apreciado en la cocina balear, con una veda estricta que va del 1 de abril al 31 de agosto, por lo que en octubre vuelve a estar disponible en restaurantes y mercados.
- Sepia y calamar fresco: protagonistas de guisos marineros y arroces.
- Pulpo de roca: base de recetas tradicionales como el "pop a la mallorquina".
- Mero y cabracho: habituales en platos de pescado al horno o calderetas.
La temporada marca el ritmo de la gastronomía, y en Andratx este vínculo entre el mar y la mesa es más evidente que nunca.
Gastronomía marinera en Andratx
La influencia del mercado pesquero se nota en la oferta gastronómica de Port d'Andratx, donde numerosos restaurantes elaboran platos directamente con el producto que llega a la lonja. Desde un simple pescado a la plancha hasta elaboraciones más complejas como calderetas, paellas o fideuás, el mar siempre ocupa un lugar central en la cocina local.
Para quienes disfrutan cocinando, una visita a los mercados municipales de Mallorca —como el de Andratx o el Mercat de Santa Catalina en Palma— permite comprar pescado fresco y experimentar en primera persona con los sabores de la isla.
Una tradición que mira al futuro
El mercado pesquero no solo garantiza frescura, sino que también refleja el esfuerzo por mantener un equilibrio con el medio marino. En los últimos años, la Conselleria de Medi Ambient ha reforzado la regulación de vedas y tallas mínimas para preservar especies como el raor o el mero. Estas medidas aseguran que la pesca siga siendo sostenible y que las generaciones futuras puedan disfrutar de la misma riqueza gastronómica.
La Pergola, testigo del sabor marinero
Alojarse en La Pergola permite vivir de cerca esta tradición. A solo unos minutos del puerto, los huéspedes pueden comenzar el día observando el movimiento de la lonja y terminarlo saboreando un plato elaborado con el mismo pescado que llegó al amanecer. Es una experiencia que une historia, mar y gastronomía en un entorno privilegiado del suroeste mallorquín.