Excursión al Torrent de Pareis y Sa Calobra
¿Quién dijo que había que elegir entre la montaña y la playa? Estamos seguros de que el que se atrevió a hacer tan osada afirmación no conocía Mallorca.
Esta isla es capaz de unir lo mejor de los dos mundos y el Torrent de Pareis, Monumento Natural de la Serra de Tramuntana, es uno de los mejores y más palpables ejemplos.
El Torrent de Pareis se trata de un maravilloso cañón que se ha ido creando a lo largo de los años gracias a la confluencia de otros dos torrentes, el Gorg Blau y el torrente de Lluc. A consecuencia de la abrasión del agua, hoy podemos disfrutar de cuevas, barrancos, dolinas y congostos que, al final del recorrido, desembocan en el Mediterráneo en una de las playas más especiales de la isla: Sa Calobra.
¿Cómo llegar al Torrent de Pareis?
Existen diferentes maneras de descender el Torrent de Pareis: a pie para los más experimentados, en coche particular o en autocar. Sin embargo, desde La Pérgola os vamos a recomendar nuestra manera favorita de llegar a Sa Calobra: en barco.
Multitud de compañías zarpan cada día desde el Puerto de Sóller con destino Sa Calobra. El trayecto, que apenas dura una hora, es una de las experiencias más especiales que se pueden vivir en Mallorca. Una travesía entre abruptos e imponentes acantilados, pequeñas calas escondidas de aguas cristalinas y la increíble sensación de estar viviendo dentro de una postal.
Además, una vez que lleguéis a Sa Calobra, os espera una playa de lo más especial. El encanto de la montaña junto a una playa de agua limpia y turquesa. El lado más natural de una isla capaz de satisfacer hasta los paladares más exigentes.
Desde La Pérgola os aconsejamos que el camino de vuelta hasta el Puerto de Sóller lo hagáis cuando el sol se esconde tras el horizonte. Un estallido de colores en el cielo y la calma del mar os harán recordar esta excusión para siempre. Un trayecto mágico capaz de generar recuerdos únicos.
Mar, montaña, barcos, puestas de sol y una de las postales mallorquinas más envidiadas en el mundo entero.
¿Te animas a vivirlo en primera persona?
